Quetzalcóatl. Códice Borbónico

Oí una plática de la serpiente que dominaba el pueblo. Empezaba en el cerro del Cuáhuatl y terminaba en el cerro del Calvario, en la iglesia de San Francisco. La gente se dió cuenta que esta serpiente estaba enterrada y que por esto le sucedían muchas plagas al pueblo.

 

Llegó el tiempo en que llegaron padres misioneros y a ellos les dijeron, les preguntaron qué es lo que debían de hacer con esa serpiente que atravesaba parte del pueblo, especialmente la parte del llano de El Cuandre; porque en toda la travesía que hacía, hacía mal, no se daba el maíz, no se daba nada, la plaga siempre estaba. Entonces llamaron a los padres que vinieron un tiempo y les preguntaron qué debían hacer. Y entonces oyeron: “Ese es el demonio; esa piedra es una imagen del demonio y vamos a conjurar la piedra». Dijeron los del pueblo: “Sí padre, para que ya no nos siga haciendo mal». Y al conjurar los misioneros al demonio de piedra, tres cruces dejaron allá en el cerro Cuáhuatl y tres en el Calvario, que es el cerro de San Francisco. Se volvió en piedra, pero era un animal, se volvió en piedra retorcida.

Otra cosa me contaron, que en una cruz (ves que antes había cruces en el atrio de la iglesia), que en una cruz de la parroquia estaba emparedado un hombre grande, pero yo creo que no fue enterrado vivo como dice la gente.[8] No creo que serían tan inhumanos de enterrarlo vivo; se esperarían a que se murió para emparedarlo para que sirviera de ejemplo, porque era uno de los más fuertes idólatras que había en aquel tiempo en el pueblo. Y para escarmiento de los idólatras [los misioneros] lo pusieron a ese hombre allí, emparedado parado y lo rodearon de pared y le pusieron encima una Santa Cruz. Este era uno de los más fuertes idólatras de los más aferrados, más cerrados, más fuertes.
Margarito Gaspar

 

Muy posiblemente esta narración de don Margarito Gaspar es su versión de los relatos escuchados al párroco Andrés Ruíz. Cuenta el padre que cuando llegó a Xalatlaco en 1966, la gente tenía un recuerdo vago de que alguien importante había vivido en el pueblo y se había ido. Por sus investigaciones, el padre llegó a la conclusión de que la hija legítima de Moctezuma, Tecuixpotzin, fue enviada a Xalatlaco después de la derrota de su padre. Bautizada, recibió el nombre de María Isabel. Tuvo un hijo con Hernán Cortés, luego adoptado por el Lic. Luis de Altamirano, primo de Cortés. María Isabel fue llevada a España, donde murió. Su hijo, Juan Altamirano y Moctezuma, casó con la hija del Virrey don Luis de Velasco I. Ocupó importantes cargos y fundó la rama de los Condes de Calimaya, Altamirano y Velasco. (Comunicación personal).

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Por ADX

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