La disfunción eréctil (DE) es una falla sexual masculina que ocurre cuando se tiene dificultades para lograr o mantener una erección.
Este padecimiento es más común a medida que se envejece, pero no es parte natural del envejecimiento.
La Disfunción Eréctil puede ser una señal de problemas de salud, pues puede significar que los vasos sanguíneos están tapados o puede indicar que tiene una lesión nerviosa causada por diabetes.
También se puede presentar en personas con arteriosclerosis, con colesterol alto, tabaquismo y personas con tensión arterial alta, así como en quienes han sufrido traumatismos en los huesos de la pelvis o que han sido tratadas con radioterapia.
Asimismo en quienes han sufrido alteraciones de la médula espinal, como la hernia de disco, fracturas de columna vertebral con daño medular.
Las personas que han sido tratadas quirúrgicamente por cáncer de próstata, colon o recto, también pueden padecer disfunción eréctil.
Se considera que existe disfunción eréctil cuando el hombre es incapaz de conseguir la suficiente rigidez del pene, que permita una penetración vaginal completa, que dé lugar a un orgasmo con eyaculación en el fondo vaginal posterior, resultando una relación sexual satisfactoria.
Para considerar que se padece Disfunción Eréctil, esta se tiene que manifestar de forma persistente.
Aunque es difícil para los hombres tratar este tema, por considerarlo una falla varonil, lo importante es que acudan al médico, para tener el tratamiento correcto y oportuno, ya que para muchos hombres la respuesta es tan simple como tomar una pastilla, ejercitarse más, perder peso o dejar de fumar.
El manejo diagnóstico y terapéutico del paciente con disfunción eréctil debe ser individualizado y realizado por un médico, teniendo en cuenta las expectativas del paciente.
Existen numerosas opciones terapéuticas para el tratamiento de la disfunción eréctil como fármacos de administración oral.
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