Ejidatarios del municipio anunciaron que mantendrán tomado el palacio municipal y la autopista Pirámides-Texcoco, aún en construcción, hasta que el gobierno federal desincorpore cerca de 4 mil de sus parcelas en el decreto de Área Natural Protegida (ANP) del Lago de Texcoco.
A pesar de que ayer el grupo opositor sostendría una reunión con autoridades de la Secretaría de Gobernación en la Ciudad de México, al final no se realizó y tuvieron que regresar a su comunidad para continuar en plantón en el jardín municipal.
Desde el miércoles pasado, los accesos al edificio de gobierno fueron tomados por un grupo de ejidatarios, presuntamente afines al PRI, en rechazo a la incorporación de sus terrenos a la zona de conservación decretada por el gobierno federal.
Los manifestantes soldaron los accesos a las oficinas y al auditorio municipal, rompieron algunos vidrios y colocaron cartulinas y lonas para exigir que el presidente Andrés Manuel López Obrador respete la propiedad de sus tierras.
Además, tuvieron un enfrentamiento con trabajadores de la empresa Pinfra para detener la reanudación de la construcción de la autopista Pirámides-Texcoco, pendiente desde 2016, que atraviesa sus parcelas y que formaba parte de las obras complementarias del ex Aeropuerto de Texcoco.
Los pobladores aseguran que el decreto impide llevar a cabo las tareas agrícolas indispensables para alimentar a sus familias por las restricciones ambientales, además de que afecta la plusvalía de sus terrenos.
Aseguraron que nunca fueron consultados para la aprobación del decreto y acusaron que sólo miembros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) participaron en la elaboración del proyecto a pesar de que no representan a todos los núcleos ejidales.
El 22 de marzo pasado, el gobierno federal publicó un decreto donde se nombró 12 mil hectáreas como Área Natural Protegida para blindar de construcciones los terrenos del ex aeropuerto de Texcoco y consolidar el Parque Ecológico Lago de Texcoco. Para ello realizó varias asambleas informativas en comunidades aledañas al polígono de conservación, en las cuales presuntamente algunos ejidatarios no estuvieron de acuerdo en que sus terrenos fueron incluidos en el proyecto.