Los cinco felinos que llegaron al zoológico de Zacango, rescatados del santuario de la Ciudad de México, Fundación Black Jaguar-White Tiger, deberán pasar varios meses de atención médica, cuarentena y un protocolo de recuperación para lograr su integración con otros felinos del parque, dijo Marco Serrano Campos, médico veterinario adscrito a la Subcoordinación Técnica y del manejo de la Fauna.

Señaló que por ahora el estado de salud de un jaguar, dos leonas blancas, un león blanco y un león amarillo es reservado, por lo tanto, la intención es que al terminar la cuarentena hagan la valoración para ver con qué ejemplares se acoplan, mediante un acercamiento progresivo, primero a distancia deben olfatear, con una barrera visual y cuando haya buena aceptación les permiten verse y al asegurarse que hay una aceptación óptima, pueden pensar en juntarlos, porque por ejemplo las dos hembras de león con el macho no se han aceptado.

La evolución de los ejemplares por ahora es distinta, en uno de los casos, ejemplificó, el primer día no consumió alimento, le hicieron un canje y al siguiente día probó algo, pero el resto tuvieron una mejor aceptación de la comida, toda vez que cada organismo responde de forma distinta.

En general, todos presentan baja de peso, por lo que con un equipo de Zacango buscan facilitar una dieta balanceada, pero por ahora realizan pruebas de laboratorio para identificar todos los padecimientos y dependiendo de los resultados será el tratamiento, por ejemplo, practicaron pruebas de coproparitoscopía (estudios en las heces) e identificaron que todos tienen parásitos en distintos grados.

De acuerdo con el examen físico general, observaron que a uno de los ejemplares le “truena la rodilla”, que podría ser un desgaste que se puede atribuir al estado de mala nutrición, si bien podría ser una condición genética, también una mala calidad de nutrición, falta de minerales u otras razones.

Detalló que añaden de a poco los ingredientes que son necesarios para las especies para llegar a un estado óptimo de salud.

“Para que el cambio no sea drástico y mantenerlos en buen estado, vamos haciendo un incremento gradual porque de otra forma podemos generar una diarrea mecánica que pueda entorpecer el diagnóstico, debe ser paulatino el aumento en la dieta”, señaló.

En cada caso hacen valoraciones visuales de cómo aceptan los medicamentos, los nutrientes, y en su caso, hacer canje, electrolitos en el agua si es que están deshidratados, porque cada caso fue distinto.

“Ellos saben que les queremos ayudar, en esa parte nos ayudan demasiado. Del día que los vimos en el Santuario a la fecha ha cambiado todo, porque en el primer contacto ellos nos veían ajenos, pero ahora que ven que les estamos facilitando nutrientes, electrolitos, su comportamiento es diferente”, añadió.

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Por ADX

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