Manifestación en Santiago Tianguistenco exige soluciones por inundaciones y obra en Calle Morelos; alcaldesa Olea promete ayuda inmediata y en la calle Morelos continuará la obra
**Santiago Tianguistenco, Estado de México.** – decenas de habitantes de San Pedro Tlaltizapán protagonizaron este miércoles una manifestación en el centro del municipio de Santiago Tianguistenco, demandando atención urgente por las inundaciones que han azotado su comunidad durante más de un mes, así como el alto a la controvertida obra de pavimentación en la Calle Morelos. Los inconformes criticaron la tardanza de la presidenta municipal, Erika Olea, en aparecer en el lugar, aunque finalmente se presentó para comprometerse a brindar apoyo concreto a las familias afectadas a partir de mañana.
Los manifestantes, entre los que destacaron vecinos de San Pedro Tlaltizapán y comerciantes locales, marcharon con pancartas y consignas que denunciaban el abandono ante el desbordamiento del río Lerma, que ha dejado viviendas sumergidas en aguas negras y condiciones insalubres. «Llevamos semanas viviendo en el infierno, y la autoridad municipal tardó semanas en responder a nuestra llamada», expresó María González, una residente de la zona, quien estimó que al menos 200 hogares permanecen inundados, pese a que el censo oficial del ayuntamiento solo registra 40 afectaciones.
Tras la presión de la multitud, Erika Olea arribó al sitio de la protesta, donde escuchó las demandas y reafirmó su compromiso con la comunidad. «Mañana iniciaremos la entrega de apoyos directos para las familias de San Pedro Tlaltizapán; no los dejaremos solos en esta crisis», declaró la alcaldesa, según testigos. Habitantes de la demarcación expresaron escepticismo: «Esperemos que ahora sí sea verdad, porque hemos esperado demasiado», comentó un vecino anónimo, recordando visitas previas de la autoridad que no se tradujeron en acciones concretas.
El conflicto escaló cuando se abordó la obra en la Calle Morelos, un proyecto de pavimentación que ha generado fricciones con los comerciantes ambulantes establecidos en la vía. Olea aclaró que se trata de una iniciativa estatal en la que el municipio no tiene facultades de intervención directa, pero insistió en su necesidad para mejorar la infraestructura urbana. «Ya hemos retirado a los vendedores informales para que la obra avance; es obligatoria por ser estatal», argumentó la presidenta, respondiendo a las recriminaciones de los afectados, quienes la acusaron de abusos de autoridad al desalojarlos sin alternativas.
Algunos comerciantes, que se identificaron como víctimas de «excesos» por parte de inspectores municipales, advirtieron que no permitirán la continuación de los trabajos. «Se Acaba de arreglar la calle Por qué no priorizan otras calles mencionan, ¿por qué nos echan ahora? Esto huele a intereses ocultos, como si se llevaran una buena tajada», denunció uno de los vendedores, aludiendo a posibles beneficios personales en el proyecto. Olea, por su parte, reiteró que la obra «se va a llevar a cabo» sin demoras, priorizando el bien común sobre las quejas individuales.
La manifestación, que transcurrió de manera pacífica pero tensa, pone de manifiesto el creciente descontento en Tianguistenco ante problemas acumulados como las inundaciones –agravadas por lluvias intensas desde septiembre– y disputas urbanas. La oposición local ha exigido una auditoría a las obras estatales y mayor transparencia en el manejo de recursos para emergencias.