Los funerales de los policías caídos en #TenangodelValle
FR Informante/FIliberto Ramos
A los policías Alejandro y René los despidieron como solo ellos saben, como los uniformados saben hacerlo.
Tomando el pase de lista, echando los cañones al viento, saludando y en medio de una caravana azul.
Sus familiares lo hicieron con veladoras, en el patio de sus hogares, echando cuetes y repartiendo comida a los que van llegando, recibiendo condolencias de todo el pueblo.
La foto del oficial René la trae su hijo Chucho. La recibió en la ceremonia de manos del director de Seguridad. Chucho lloró todo el evento protocolario con la foto de su padre en ambos brazos.
JORNADA DE REFRIEGA
Para un policía tercero como lo eran René y Alejandro, la rutina diaria es pura repetición: levantarse en la madrugada, recoger las botas lustradas hasta el colmo, dar un beso que siempre parece ser el último, bañarse y desayunar si se puede.
Salir y cubrir desde un evento siguiendo a dónde va el alcalde o hacerla de primer respondiente en un operativo, en el que puede resultar muerto.
Así les tocó en esta última jornada, en que no hubo tiempo de despedirse, revelan ahora sus familiares de René y Alejandro.
Más en una jurisdicción como Tenango del Valle donde hace un par de meses descubrieron la fosa del salón de fiestas. Más allí es difícil y es pura rutina de alto riesgo ser policía.
LO QUE PASÓ
Las 24 horas atrás a René y Alejandro nadie los comenzaba a extrañar. Era todo pura rutina. Recibieron el auxilio en el radio para que apoyaran en un operativo y persecución en el barrio de Santiaguito Coauxustenco.
El oficial René y Alejandro, junto con otros compañeros fueron los primeros en llegar. Hubo cruce de fuego y hubo muerte. La de ellos dos.
Fotos: Luis Rodríguez
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