Con respecto a las mayordomías en Xalatlaco, cabe tomar en cuenta lo que apunta Soledad González:
El pueblo de Xalatlaco está subdividido en cuatro barrios […] Cada uno tiene su iglesia y organizaciones propias encargadas de realizar las fiestas: las mayordomías, también llamadas“corporaciones” o “cofradías”, una institución cuyo origen es colonial. Además hay mayordomías en las que participan personas de distintos barrios.

La más importante es la dela parroquia, llamada “regiduría” para denotar su mayor jerarquía; ella plasma la unidad de los cuatro barrios de Xalatlaco en la fiesta de Nuestra Señora de la Asunción, llamadacariñosamente “la Asuncionita de agosto”, patrona de todo el pueblo.

Para que un hombre –en tanto cabeza de una familia y su representante en el ámbito público-sea considerado miembro pleno de la comunidad, debe haber cumplido con dar serviciogratuito a los santos, el tequio, ocupando el cargo de mayordomo al menos una vez en suvida. Esta obligación cesa cuando cumple 60 años; entonces se dice que “ya puededescansar”. El servicio generoso, la entrega sin retaceos, es lo que se espera de quienesparticipan en las mayordomías. Una familia es capaz de los mayores sacrificios con tal decumplir adecuadamente durante el año que dura su compromiso. Para poder costear losgastos de ser mayordomos del santo o de una danza, la gente se endeuda o busca mástrabajos. A cambio, quienes participan reciben el reconocimiento de su barrio y del pueblo, sonconsiderados miembros dignos, respetables. (Soledad González, s/f, pp. 7-8)

El municipio de Xalatlaco, tiene su cabecera en el pueblo del mismo nombre, el cual se divideen 4 barrios, que son: San Francisco, San Bartolo, San Agustín y San Juan. La parroquia está dedicada a la Virgen de la Asunción y hay otro templo en el pueblo que es el de SantaTeresa, en contra esquina de la parroquia y al cual, igual que a ésta última, no lescorresponde un barrio particular, sino que son atendidos por todo el pueblo.

Cada barrio se divide en secciones, y cada año le toca a una sección la mayordomía,de tal manera que si son 12 secciones, les toca cada 12 años. En el caso de la mayordomíade Santa Teresa, al no tener barrio propio y ser de todo el pueblo, los mayordomos sonvoluntarios de cualquiera de los 4 barrios.

En el caso de la parroquia se llaman regidores ypueden ser de cualquier barrio, son voluntarios y deben tener especial solvencia económica,pues es el cargo que implica mayor desembolso económico a título personal del organizador.El papel de los mayordomos es de organizadores y administradores de un presupuestocomunitario, deben recoger las aportaciones ya sea del barrio o de toda la comunidad, y –en el caso de los barrios- aunque la sección organizadora debe contribuir más, es un grupo grande que afronta junto el gasto.

En el caso de los regidores, ellos no solo son organizadores sino patrocinadores, y se espera de ellos que hagan aportaciones significativas de sus propias arcas. Varios informantes insisten en que cada año, varios de los que se comprometen con ser regidores“se rajan” a medio año, pues se enfrentan a la disyuntiva: desistir o arruinarse, es interesantela respuesta repetitiva ante la pregunta ¿y qué pasa entonces con ellos?, la respuesta es. “sedesprestigian”, “pierden el prestigio”, “quedan mal con la comunidad”. El motivo por el que“se rajan” es netamente económico, pues al ser la fiesta más importante a nivel pueblo ymunicipio, requiere de muchos gastos y trabajo de los regidores que deben tener la solvencia necesaria, incluso, para dejar de trabajar todo el año, o al menos, reducir sus actividades ordinarias de subsistencia al mínimo.

En el caso de los que “se rajan”, no les es reconocidoel trabajo y las aportaciones hechas durante el tiempo que hayan permanecido en el cargo,porque el reconocimiento de la comunidad viene hasta el día de la fiesta, que es cuandoterminan las principales funciones de los regidores. Hay además otra mayordomía a nivel general que es la del Santísimo Sacramento o Corpus Christi y otras dos a nivel del barrio de San Agustín que son la de la Santa Cruz y lade San Isidro Labrador. Estas tres mayordomías, junto con la arriba mencionada de Santa Teresa, son organizadas igualmente que la fiesta grande de la Asunción, por personas que libremente quieren hacerlo, pero el desembolso no es tan significativo, por eso no es común saber que algún mayordomo de éstos santos se haya “rajado.

Puede percibirse una distinción básica entre mayordomos y regidores, pues losprimeros claramente están prestando un servicio, ya sea por obligación o por libre adhesión,pero no cargan con todo el peso económico, cuentan con el apoyo comunitario y el tamañode la fiesta es adecuado a lo que a título personal pueden gastar los mayordomos, susfamilias, y –en su caso- sus secciones. Con esto no pretendo señalar que las regidurías noprestan un servicio, pero la diferencia es muy evidente, pues el peso económico de laorganización cae mayoritariamente en los regidores, sus familias y aliados, lo cual –a veces-resulta insostenible para los recursos de muchos que prefieren desistir del cargo a medioaño, lo cual “los desprestigia”, como dice el Sr. Donaciano Vargas
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, el cual, ante la preguntade por qué se desprestigian respondió: “ porque nadie los obligó a tomar el cargo, ellos soloslo tomaron e hicieron su compromiso con la comunidad, y cuando lo dejan, va a ser másdifícil seguir para los que se quedan”. Cabe señalar que no se nombra a otro regidor ensustitución del que renuncia.El hecho de que pierdan prestigio los que abandonan el cargo, me hace pensar a lainversa que los que permanecen y entregan el cargo a su tiempo, habiendo cumplido, gananel prestigio merecido.

Los regidores tienen un compromiso frente a la comunidad y debencumplirlo a costa de su prestigio. Si en determinado momento no hubiera recursoseconómicos suficientes, se notaría en el número de cohetes, coronas, castillos, danzas, quégrupo de sonido va para el baile, etc., por lo tanto, no parece ser una solución ajustar la fiestaa los recursos obtenidos, sino que la meta a alcanzar está ya dada de acuerdo a lo que se ha hecho en ocasiones pasadas. Deambulando entre la fiesta, comiendo el pollo con mole y los tlacoyos que nunca faltan, es muy común escuchar a la gente expresando: “ya nos dieron mole, a ver el año que entra que nos dan”, o fórmulas parecidas que encajan perfectamentecon el afán de los regidores por llegar –cuando menos- a igualar la fiesta pasada, aunque eso signifique gastos sustanciales de sus ahorros o endeudarse para cumplir ante el pueblo.

Es profesor del pueblo de Xalatlaco, hoy jubilado, que vive en el barrio de San Agustín, junto a la capilla. Información obtenida en marzo del 2003

Cita:T E S I S, MAESTRO EN HISTORIA Y ETNOHISTORIA RAMIRO ALFONSO GÓMEZ ARZAPALO DORANTES

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Por ADX

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