La pandemia de COVID-19, trajo consigo una gran deserción escolar en el Seminario de Toluca, ubicado en la colonia del mismo nombre, pues actualmente hay poco menos de 60 seminaristas que aspiran a ordenarse como sacerdotes.
“Uno de los primeros encuentros que voy a tener es con los formadores del Seminario para ver qué es lo que está ocurriendo y cómo podemos responder a esto ya”, puntualizó el recién nombrado Arzobispo de Toluca, Raúl Gómez González.
Además de dicha enfermedad que aún no termina en su incidencia de contagio, un factor externo que ha ocasionado la baja de estudiantes de la religión católica, es la falta de valores que existe entre las familias y los hogares disfuncionales, consideró el jerarca de la iglesia católica.
“Los valores trascendentales van a la baja, este es un factor importante que ha hecho que haya menos vocaciones a la vida sacerdotal, otro factor son los rompimientos matrimoniales, porque sabemos que ahí donde hay un rompimiento matrimonial van creciendo los jóvenes con algún dolor, con algún vacío y eso les produce desolación, inseguridad para tomar una decisión como es la de entrar al seminario y estar enfocados a algo como esta vinculación, desde la vocación sacerdotal a un llamado específico”, sostuvo Monseñor.
No descartó que algo puede estar ocurriendo al interior del Seminario, por ello, dijo que en sus primeros días como Arzobispo, mantendrá reunión con quienes llevan la dirección de este instituto religioso.
“Si ahí tenemos un problema entonces vamos a darle solución, tenemos que darle solución, pero para eso tenemos que hacer el análisis para luego hacer el pronóstico, el diagnóstico nos pide algo más, no nada más es hacer cambio de algún sacerdote, pues a lo mejor sí, pero quizá el diagnóstico nos va a dar más que el cambio de un sacerdote”, añadió.
Al decir que siempre y en todos los seminarios del país existe deserción de aspirantes a ordenarse como sacerdotes, el Arzobispo de Toluca, Raúl Gómez González, indicó que de cierto universo solo llegan al final de la carrera el 10 por ciento.
La carrera para ser sacerdote, apuntó el religioso, dura ocho años y posteriormente pueden especializarse en alguna materia como doctores, abogados, teólogos y filósofos.
Finalizó que en los primeros años de carrera sacerdotal es donde se nota más la deserción, pues el joven es cuando está clarificando su ruta de vida.
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