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Santiago Tianguistenco, Estado de México, 23 de septiembre de 2025. – En un escándalo que ha sacudido la administración municipal de Tianguistenco, circulan graves denuncias contra Emilio Flores, un funcionario que habría sido reubicado de su puesto tras múltiples quejas por presunto abuso de poder, prepotencia y mal uso de recursos públicos. Según testimonios de vecinos y comerciantes, Flores, junto con su esposa Kenia Moreno, habrían actuado con despotismo hacia la ciudadanía, generando un ambiente de tensión en la zona de Avenida Morelos.
Las acusaciones, que han ganado eco en redes sociales y foros locales, señalan que Flores protagonizó un incidente destacado durante una riña en la mencionada avenida, donde habría faltado al respeto a comerciantes locales. “Se comportó de manera agresiva e irrespetuosa, como si estuviera por encima de todos”, relatan fuentes cercanas al sector comercial, quienes prefirieron el anonimato por temor a represalias.
De acuerdo con las quejas recopiladas, el problema escaló cuando Flores y su esposa comenzaron a tratar las camionetas del ayuntamiento como propiedad personal. Se les atribuye haberlas utilizado de forma indebida, incluso llevándolas a su domicilio particular, lo que obligó a las autoridades municipales a intervenir y reasignarlo a otra área para evitar mayores irregularidades. “Se sentían dueños de todo, como si el erario fuera suyo”, afirmaron testigos.
La controversia se agrava por el perfil de la pareja: pese a no contar con estudios formales superiores, se les acusa de mirar a la gente “por debajo del hombro”, con frases despectivas como “háblenos de usted, porque no somos iguales”. Vecinos reportan al menos una decena de quejas formales por su actitud arrogante y malos tratos, especialmente hacia empleados y ciudadanos comunes. “En campaña andaban bien humildes, prometiendo cercanía, pero una vez en el poder, todo cambió”, comentó una comerciante afectada.
El caso cobra mayor relevancia al vincularse con la presidenta municipal, Erika Olea de la Torre, quien asumió el cargo en diciembre de 2024 como la primera mujer en encabezar el gobierno de Tianguistenco (2025-2027). Críticos locales cuestionan si la tolerancia hacia estas conductas se debe a lazos personales, específicamente porque Flores y Moreno serían “ahijados de boda” de Olea. “La presidenta dice tener a gente preparada, pero este es un claro ejemplo de lo contrario. ¿Será por los lazos familiares que se les protegió tanto tiempo?”, se pregunta en círculos opositores.
Hasta el momento, ni la Presidencia Municipal ni los involucrados han emitido declaraciones oficiales sobre las denuncias. Fuentes del ayuntamiento indicaron que las quejas están bajo revisión interna, en línea con el compromiso de Olea por un gobierno transparente y de cero corrupción, como se destacó en su informe de los primeros 100 días de gestión. Sin embargo, la oposición local exige una investigación imparcial para esclarecer los hechos y evitar que incidentes como este empañen los esfuerzos por el desarrollo integral del municipio.
Este episodio resalta las tensiones en la administración de Olea, quien ha priorizado ejes como seguridad, agua potable y salud, pero enfrenta ahora desafíos en la rendición de cuentas de su equipo. La ciudadanía de Tianguistenco espera respuestas que fortalezcan la confianza en sus autoridades.