Ocuilan: Tala clandestina, Entre Corrupción, Basura donde ganan más los aviadores que los que sí trabajan y Abandono, la Paciencia se Agota
OCUILAN, Méx; 21 de agosto de 2025.- La indignación reina en Ocuilan. Los habitantes enfrentan un cúmulo de problemas sin resolver: corrupción, acumulación de basura, tala clandestina y obras abandonadas, mientras acusan al gobierno municipal, encabezado por el alcalde Juan Gordillo, y al estatal de indiferencia y promesas incumplidas.
En una tensa sesión de cabildo el pasado miércoles, cuya grabación desapareció misteriosamente de la página oficial del Ayuntamiento en Facebook, regidores confrontaron al edil por el excesivo gasto en “aviadores”, cuya nómina supera los 500 mil pesos, mientras los trabajadores perciben sueldos miserables y los servicios básicos colapsan.
La recolección de basura es un caos. Con solo un camión recolector operativo, los desechos se acumulan en las comunidades y hasta en una bodega municipal, generando un foco de infección. La preocupación crece ante la próxima festividad del Santuario del Señor de Chalma, el segundo más visitado del país, donde se espera un aumento significativo de basura sin un plan claro para atenderlo.
A esto se suma el abandono de obras públicas. La calle frente a la preparatoria, prometida por la administración pasada y actual, permanece inconclusa, convertida en un lodazal que complicará el regreso a clases. Pese a compromisos del gobierno estatal en junio para reanudar los trabajos, la obra sigue paralizada.
La tala clandestina en las Lagunas de Zempoala agrava la crisis. Los bosques, vitales como pulmón natural y zona de recarga hídrica, son devastados sin control, con denuncias de complicidad y omisión por parte de las autoridades. Los talamontes operan a plena luz del día, mientras el municipio y el estado permanecen ausentes, dejando a las comunidades desprotegidas.
La molestia se intensifica con acusaciones de nepotismo: obras de electrificación habrían sido otorgadas a familiares del alcalde, priorizando intereses personales sobre las necesidades de la población. Hartos, los habitantes amenazan con tomar el Palacio Municipal si no hay respuestas inmediatas.
Tras manifestaciones previas, donde personal de la Secretaría de Gobierno prometió seguimiento, no ha habido avances. Los pobladores exigen acciones concretas y advierten: “Ocuilan no aguanta más”. La paciencia se agotó, y la demanda es clara: hechos, no palabras.